miércoles, 31 de diciembre de 2014

"A veces desearía ser un cuerpo bonito tirado en un charco de sangre" Enferma.

Que no! que no quiero! te lo suplico mamá, vamonos- Mamá estaba sonriente, como si por fin se librara de mí -Alba hija, estás enferma, aquí van a cuidar de ti
-Te lo suplico... Puedo cuidarme en casa, ya apenas me ahogo
- Pero hija, ayer por la mañana no te despertabas, ¿tú sabes el susto que nos dimos?
-Estaba jugando, vamonos!- No me hacía caso, una enfermera llegó con un pijama azul me tocó el hombro y dijo -Hola Alba, vas a pasar aquí un tiempo mientras terminamos de hacerte pruebas y te ajustamos el tratamiento- Ella también parecía feliz ¿Era yo la única que entendía lo grave de la situación? apenas tenía 15 años y toda mi vida después de ese mes en el hospital iba a ser diferente, desde pequeña sabía que algo dentro de mí no iba bien, pero a partir de ese momento iba a ser una enferma, no podía dejar de repetir esa horrible palabra en mi cabeza, enferma, solo carne de hospital, toda mi vida giraría entorno a esa mierda dentro de mí, estaba enferma.

Pasaron dos días, y me acuerdo que la música no era suficiente, salía de mi habitación en cuanto me dejaban sola y me iba a ver que podía encontrar por allí, luego empecé a estar demasiado débil. Era la depresión, te consume, te pudre lentamente... La respiración no era lo único que me faltaba entonces, mi piel falta de sol empezó a adquirir un color grisáceo a juego con mi pelo cada vez más ceniza, allí dentro no llovía, no daba el sol... Solo estaba yo. Quise morir muchas veces.

Pasaron diez días, ya no hablaba, me limitaba seguir respirando. Oí muchos tecnicismos sobre mis alvéolos, su jodida inflamación y su jodida relación con mi jodido corazón, demasiado débil por culpa de la falta de oxígeno, cada vez que ese hombre entraba en la que llamaban "mi habitación" subía la música e intentaba evadirme, pero la cara de mi madre... Para mí mi enfermedad se resumía a la cara de mi madre después de cada prueba que me hacían. Era asqueroso.

El corazón, el músculo más fuerte del cuerpo, o eso dicen, el mío simplemente no funciona. A veces me duele como reflejo del aire que me falta, le cuesta demasiado hacer todo el trabajo, y... supongo que no tiene un respiro. Alergias, claustrofobia, déficit de atención con trastorno de hiperactividad, asma, citomegalovirus, dermatitis, anemia... Debería estar muerta, pero mi corazón sigue latiendo, quizás si que sea el músculo más fuerte. La sangre no llega bien a todas las partes de mi cuerpo y siempre tengo las manos frías, como un recordatorio constante de que me muero poco a poco, y lo peor es que nadie se da cuenta, ni mi mejor amigo lo sabe, y si alguna vez se lo he dicho no le dio importancia, no asustas a nadie si no tienes cáncer. Y de repente todo deja de ser peligroso, llevas dentro el monstruo, caminar a casa de noche, pelear con tu padre, estar embarazada... ¿Qué importa todo eso? ¿En qué momento se acciona el click que hace explotar la bomba?A veces desearía ser un cuerpo bonito tirado en un charco de sangre.

tengo miedo.

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