miércoles, 31 de diciembre de 2014

"La única habitante de un país abandonado"

Me gusta mi vida. No es una vida perfecta, ni siquiera una vida perfecta, pero me gusta el infierno. Soy como el Jack Daniel's en un mundo de Tequila; un veneno distinto, pero veneno al fin y al cabo. Y el caso es que últimamente mi infierno es demasiado monótono, tengo unos amigos que se preocupan de cada paso que doy, un equipo de médicos que me mantienen viva y un mejor amigo que me hace quiere, y les estoy muy agradecida a todos por lo mucho que cuidan de mí, pero y qué? supongo que ni me vale. No se si necesito gritar, follar o correr hasta sentirme libre. Siempre he deseado ser la ultima habitando de un país abandonado. Sin peligro, sin preocuparme de nada, solo yo. Y poder gritar todo lo que quiera porque nadie iría a oírme, y correr de una punta a otra del país si quiera sin contar con nadie con nadie reteniendome. Solo yo.  Qué asco, me estoy poniendo en plan indie.

Y un mejor amigo que me quiere.... Me da lo que quería. Cada beso de despedida en mi puerta me hace explotar por dentro. Mis labios encajan con los suyos como hace mucho que no encajaban con los de nadie, y Dios sabe lo importante que es eso, el 87% de toda relación sentimental se basa en que las dos partes conecten al besarse, y muy pocas parejas de labios se encuentran. Me encanta como me besa. Cuando hablamos el mundo se para, solo él y yo sonriendo como estúpidos, por supuesto, diciendo estupideces. Joder, escupo purpurina cada vez que estamos juntos. Pero no es suficiente. Me apetece reírme. Hace mucho que no me río con nadie. Solo quiero pasar un buen rato con alguien que no se preocupe por mi salud y que le importe una mierda mi vida, alguien que me haga reír. 

Supongo que es solo una fase, algún día volveré a ser la chica que ríe por cualquier cosa, o quizás vuelva a reír cuando algo tenga mucha gracia. En cualquier caso, lo echo de menos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario