miércoles, 31 de diciembre de 2014

El puto viento

Soñé que me despertabas a las tantas a base de pedradas en mi ventana. Soñé que me hacías bajar y lo confesabas todo. Soñé que volvías a besarme y amanecíamos en mi cama tras horas hablando y riéndonos de lo geniales que son los programas de televisión a esas horas. Y luego me desperté triste porque solo era un sueño y estaba sola en mi cama. Por eso hoy no quiero dormirme, odiaría volver a soñar contigo, ni con tus labios, ni con tu puta inmadurez que he eliminado de mi imagen de ti porque prefiero idealizarte. Quiero justo lo que tengo con quien lo tengo que es a quien quiero y ya está. Pero no se pueden controlar los sueños verdad? Son parte de mí. Es como cuando tengo una pesadilla y me da miedo dormirme porque en cuanto cierre los ojos sé que seguirá ahí, atormentándome. Eres mi dama de hierro. Me paso el día huyendo de ti para tenerte por las noches? No es justo! Así voy a arriesgarme, darle a enviar porque no vas a leerme, apagar el móvil y a intentar dormir porque tengo sueño y estoy harta de que el miedo pueda más.
Creo que a noche oí las pedradas en la ventana mientras dormía pero preferí soñar contigo a comprobar si estabas ahí porque no conseguirías hacerme bajar y no querría escucharte, y sobre todo no dejaría que me besaras ni mucho menos que volviéramos a mi cama de nuevo, porque no sabes lo peligroso que sería que acabáramos durmiendonos, las pesadillas seguirían ahí.
De todas formas supongo que solo fue el viento. Otra vez el puto viento.

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